Con frecuencia leemos en los diarios sobre la “posible cura”, que podría corregir los niveles inapropiadamente elevados de glucosa en la sangre;… que ya se está investigando en ratones, y que si pronto se iniciará la fase que descubrirá si resulta tan efectiva en humanos como lo ha sido en animales; pero muchos no se conforman con los esfuerzos que la ciencia desarrolla hoy, y quisieran un ¡resultado para ayer! Críticas hacia las empresas farmacéuticas e incluso a los médicos, a quienes se nos tilda de mercaderes de la salud, porque “sabiendo”, ocultamos la verdad, para “enriquecernos con el sufrimiento de los pacientes”; ya que en el blog de fulanito o menganito (quienes aunque no son profesionales), recomiendan la fórmula “mágica” que sí la cura, y se le hará llegar a su casa a vuelta de correo; si usted les indica el número de su tarjeta de crédito.

Estas prácticas no solo tratan de sacar provecho de la desesperación de la gente; sino que propician graves riesgos, alentando a las personas a desoír las recomendaciones de los médicos y a experimentar en ellos mismos o en sus seres más queridos, la omisión de tratamientos comprobados y su sustitución por la “solución milagrosa” que es algo ilusorio y a veces cuesta mucho más dinero; poco conscientes de que sus propias decisiones y pérdida del sentido común, les han hecho caer en la negación y el auto engaño, y les pueden llevar a una situación crítica que incluso ponga en peligro la vida.

¿Cómo se origina el mito?

En la DM2, más frecuente en adultos y en adolescentes obesos, caracterizada por la necesidad del cuerpo de producir insulina en grandes cantidades (debido a que los órganos son resistentes a la misma); el bajar de peso, puede conducir a un mejor manejo de la glucosa, por lo que muchas personas considerarán que se han curado o que tiene “punto de diabetes”; si luego de bajar las libritas que les sobraban, logran controlar sin medicamentos los niveles de glucosa.

Es lógico pensar que si NO se ingieren carbohidratos, el organismo NO necesitará insulina; por lo que las dietas, especialmente ricas en fibra (verduras crudas), pueden ayudar a controlar la DM2 en sus fases iniciales; pero cuando ya las células han sido dañadas, solo el tratamiento médico será efectivo, y el mismo podría requerir también el uso de insulina.

El ejercicio puede reducir las necesidades de insulina del organismo, aunque nunca reemplazará completamente a la insulina inyectada.

En el caso de la DM1 (la más común en los niños), el sistema inmunológico empieza a destruir por error las células que producen la insulina, por lo que esta hormona es el único tratamiento efectivo, combinado con dieta y ejercicio. Pocos días luego del diagnóstico y del apropiado manejo de los niveles de glucosa, se presenta un período conocido como fase de luna de miel o fase de remisión, caracterizada por una reducción importante de las necesidades de insulina con gran facilidad del control glucémico; observada en cerca de la mitad de los niños, es debida a la reactivación de las pocas células pancreáticas que han sobrevivido a la destrucción causada por anticuerpos. Su duración es variable, y en ocasiones requiere dosis tan pequeñas de insulina como una unidad diaria, lo que podría llegar a dar la ilusión de que la DM se ha curado. Esté atento a sus niveles de glucosa todos los días, mídase constantemente para detectar alguna elevación, porque la fase de luna de miel puede terminar, especialmente si se desarrolla algún proceso infeccioso que le exija mayor trabajo al páncreas.

Considerando que 415 millones de personas en el mundo padecían de Diabetes Mellitus (DM) para el 2015; mientras que otros 318 millones están en riesgo de contraerla en los próximos años, y que el impacto económico y la mortalidad de este padecimiento es mayor que la del VIH y la malaria juntas, realizar los mejores esfuerzos para encontrar cómo erradicarla, es una tarea de grandes proporciones; pero más que eso, una necesidad sentida. Aunque la DM, aún no se cura, no perdemos la esperanza de que pronto podamos decir que nuestros pacientes solían padecer de Diabetes, pero que la misma se ha logrado eliminar de la faz de la tierra.

Dra. Maya Serrano