Dieta

Hipertensión arterial, la diabetes y el verano

La hipertensión arterial es fácil de detectar tras una medición de rutina en cualquier consultorio médico, sin embargo, en la mayoría de casos, cuando los pacientes buscan atención médica o son detectados hipertensos ya presentan complicaciones, lo que se explica por los escasos síntomas que ocasiona (dolor de cabeza, zumbido de oídos o mareos) llegando incluso a pasar años sin ser diagnosticada.

En las personas con diabetes, la hipertensión arterial es dos veces más frecuente en comparación con las personas que no tienen y las cifras para el diagnóstico son las mismas que para el resto de la población, es decir 140/90 mmHg. Cuando un mismo paciente presenta estas dos enfermedades se eleva el riesgo de arteriosclerosis, que es el endurecimiento y engrosamiento de las paredes de las arterias, aumentando aún más la probabilidad de infarto cardiaco y accidentes cerebrales si no se mantienen ambas controladas.

A menudo, un solo fármaco puede no ser suficiente para controlar la hipertensión, la combinación de diferentes tipos de medicamentos se individualiza según las características de cada paciente y personas con diabetes. Se consideran un grupo especial para el tratamiento.

Consideraciones durante el verano

Cuando una persona se encuentra bajo un calor excesivo, la temperatura de la sangre se eleva al pasar por la piel y aumenta la temperatura interna, cuando ésta se eleva a más de 37º algunas de las reacciones bioquímicas del metabolismo del cuerpo humano pueden tener dificultades para funcionar a la velocidad adecuada. Para contrarrestarlo, el organismo dispone de dos mecanismos de defensa importantes: la vasodilatación periférica y el sudor, pero que en exceso pueden llevar a la deshidratación o a una caída súbita de la presión arterial especialmente en personas mayores que toman fármacos para la hipertensión y diabetes.

Evite la deshidratación

Sobre todo en el caso de personas mayores, que muchas veces no tienen sensación de sed, pero que igualmente pierden líquidos al sudar más de lo normal debido al calor. El líquido más sano es el agua, así como los jugos de frutas naturales. Los refrescos con gas y las bebidas alcohólicas deben ser evitados ya que pueden ocasionar una descompensación en la presión arterial, así como en los niveles de azúcar. Aunque depende de cada organismo, se deben ingerir entre dos y dos litros y medio diarios para mantener el equilibrio hídrico. En el caso de los enfermos con insuficiencia cardíaca, se recomienda que acudan al especialista para recibir asesoramiento sobre cómo deben hidratarse sin perjudicar su salud.

Dieta sana

Rica en frutas y verduras, controlando la ingesta de sal, grasas y azúcares. Los excesos dietéticos durante esta temporada son una de las principales causas de ingreso hospitalario por descompensación en diabéticos con enfermedades cardiovasculares.

Actividad física

Se recomienda que durante los días de calor se haga ejercicio a primera hora de la mañana. Las actividades aeróbicas son las más recomendables, el inicio brusco de actividad física intensa puede ser un factor desencadenante de un infarto al corazón.

Por eso, debe privar el concepto de actividad física progresiva y frecuente contra el de intensa y aislada u ocasional. Nadar es un ejercicio cardio-saludable, aunque los enfermos del corazón tienen que respetar algunas normas como no nadar en lugares de fuerte oleaje que requieran un esfuerzo físico extra. Cuando se padece del corazón es más recomendable nadar a braza, espalda o estilo libre que a mariposa.

En conclusión la estrategia a seguir durante el verano es la de mantener su tratamiento médico habitual para la hipertensión y diabetes, mucha hidratación, dieta sana, evitar las horas pico de calor para el ejercicio que debe ser progresivo y frecuente.

*La información aquí proporcionada no pretende reemplazar ni complementar la consulta y el diagnóstico de su médico.

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