Dieta

La importancia de un microbioma instestinal saludable

El organismo humano contiene cerca de 40 trillones de bacterias; de las cuales, 39 trillones se localizan en el intestino. El resto se encuentran colonizando en la piel, la boca, la saliva, y mucho más.

El microbioma intestinal (colonias de varios microbios que residen en su intestino) es muy diverso y comienza a establecerse desde el nacimiento, siendo afectado por la genética, el seno materno o las fórmulas lácteas; y de manera significativa, por los alimentos consumidos a lo largo de la vida. Una alimentación rica en azúcar y alimentos procesados podría reducir la diversidad y nuestra salud en general.

Una de las mejores formas de cultivar un microbioma saludable es llevando una alimentación rica en frutas y verduras, fuentes importantes de fibras solubles (gomas, mucílagos y pectinas) que constituyen el alimento de las bacterias beneficiosas (bífidobacterias y lactobacilos). Si no alimentamos nuestro microbioma intestinal con fibra, algunas bacterias morirán, y otras cambiarán su fuente de nutrientes, utilizando la mucosidad que cubre el intestino y ayuda a mantener la pared intestinal intacta, evitando la fuga de moléculas.

La deficiencia de vitamina D impide la producción de defensinas (moléculas antimicrobianas que preservan la integridad de las bacterias intestinales). Según una investigación reciente los receptores de la vitamina D en el íleon del intestino delgado y la deficiencia de esta vitamina están relacionados con la disbiosis (desequilibrio microbiano o mala adaptación en el intestino).

Un microbioma poco desarrollado podría afectar también, nuestro estado de ánimo y las emociones; causando alergias y ansiedad, por falta de ciertos neurotransmisores.

Consumir 50 gramos de fibra al día por cada 1,000 calorías, sería ideal para reforzar el crecimiento bacteriano y ayudar a prevenir la inflamación sistémica; un factor desencadenante de enfermedades neurológicas degenerativas, diabetes mellitus tipo-2, depresión y enfermedades cardiovasculares. Si mejoramos nuestro microbioma intestinal, cambiando nuestros hábitos alimentarios, también podremos mejorar la mayoría de los aspectos de nuestra vida, incluyendo la reducción del riesgo de cáncer, síndrome metabólico, síndrome de fatiga crónica, depresión y diabetes tipo 2, entre otros trastornos; ayudándonos también, a alcanzar mejor las metas de pérdida de peso, y a mantener una buena forma física.

Fuente consultada: Federación Internacional de Diabetes (FID)

*La información aquí proporcionada no pretende reemplazar ni complementar la consulta y el diagnóstico de su médico.

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